Acá retomo el teclado... Un poco conmocionada de tantas decisiones, de tantos cambios, por etapas de la vida que se van cumpliendo, viviendo y haciendo sentir con exhabruptos y suspiros...Esta vez lejos de agarrarme el típico "sindrome de la hoja en blanco", me encuentro sentada y tratando de ordenar las ideas que quiero contar para seguir compartiendo historias...
El mismo cuento que comenzó un día, hoy sigue de esta forma un tanto nostálgica, como el destino quiere ir narrando.
Le agradezco a la vida haberme hecho esta loca apasionada por lo que elijo, por lo que dejo y lo que espero (tratando de no caer en la extrema ansiedad que, por cierto, no es tan sana!). Este pedazo de mundito que llevo en mí y del que gozo al lograr compartir.
Aprendí que lo que sale del corazón, lo evalúa la razón, lo certifica la sangre y el mismo ser se encarga de autorizar...
Cada cosa que hago, que decido, que lucho, que anhelo, lleva mi - a veces - "despatarrada" firma, pero también la de cada linda persona con la que (por algo) la vida me cruzó...
Hoy es día de un cambio, con el mismo objetivo y bajo la misma receta. Porque en este tiempito escuché, sentí e hice propio, no sólo en letras sino también en actos, la palabra "desafío"... Creo que hoy como ayer me autodesafío, apuesto a un gran sueño, proyecto, o simple e importante momento de un devenir (que sólo Dios sabrá).
Hoy apuesto a mis ganas, con todo lo que duele crecer...
Desafío a mis proyectos, con las garras y pilas que cada decisión implica...
Deseo jugar con lo que quiero, aprender mucho más de lo que conozco y lo que mi ignorancia necesite nutrir, quiero sonreirle a la angustia que pueda implicar este cambio...
Y así es! no hace falta un "piedra, papel o tijera" para sortear el rumbo, la vida es sabia. Por eso, volveré a dar lo que más pueda de mí, en cada cosita que en el mundo haga... Así soy!
Gracias a todos los que cada día me sorprenden, me hacen reir o emocionar (Pipi, So, Pochex, Ju, Gus, Panchulo), me apoyan incondicionalmente (mi hermosa familia y mi Gordo), me acompañan siempre (los inseparables pinches; Co, Fran, Agus) o apuestan con sus energías a cada cosa que siento intensamente (mis hermanitas sureñas: Andre, Emi, Mechi); quienes me ayudan a evaluar y a terminar decidiendo con el alma (Agos, Agus, Chispa, Gusi, Flopy, Mary, Emis, Jime, Titi, Cin) y quienes sé que están presentes en cada uno de mis logros, Sole (mi hermana del alma), Pao, Hele...
Gracias en serio, a esa gente con la que tuve al oportunidad de aprender que uno no necesita SER más que UNO, para ser "feliz", dejar todo y amar lo que hace... pero sobre todo, a valorar la "esencia" (a uds.: Mad, Ju, Vic, Ferchu, Vale)...
Gracias por dejarme compartir con cada uno este cambio de etapa, por permitirme ser... A algunos extrañaré, con otros voy a disfrutar muchisimo, a todos: se los quiere demasiado!
