jueves, 2 de julio de 2009

Es sólo una cuestión de actitud....

Si elegir es crecer, que lindo es saber que uno va construyendo junto a "si mismo" su futuro... con cada triunfo o tras cada derrota... que cada día es un nuevo comenzar...
Ta - te -ti, suerte para ... y ahí está la próxima decisión con un "tic -tac" de fondo, que nos va marcando el tiempo que falta para llegar al objetivo, los segundos del
tramo final de cada meta que van restando, para volver a empezar...

Somos capáces de decidir, de elegir, de sortear, de discriminar opciones, pero cuando le erramos, la culpa la va a tener indefectiblemente: el destino, la maldita casualidad, el inconsciente "otro" o el innombrable sistema...
Uno mismo es el partícipe de su vida en cada momento vivído, en cada situación va narrando su propia historia... Somos los cantautores de cada una de nuestras melodías... Colmada de secuencias en "voz en off", de capítulos en blanco y negro, en cámara lenta, a modo de comics o como nos resulta más apropiado, más acorde a lo que uno siente, más coherente con lo que uno piensa...
En esta sucesión de respiros y miradas, personajes, escenarios y climas distintos... transcurre nuestra vida... Elegimos el disfráz para cada circunstancia y siguiendo un libreto hablamos de lo que nos dictan la mente y el corazón, con sus diferencias y semejanzas, sus raciocinios y emociones... Comunicamos, verbalmente o no, lo que haremos e indicamos el "luz, cámara, acción" de cada puesta en escena...
El verdadero sentido de vivir, creo, está precisamente en el poder hacer lo que uno desea, lo que considera correcto (para sus propios códigos) o lo que simplemente le place... Nunca hay que perder de vista, que siempre es uno (sos Vos, soy Yo) el capáz de dilusidar lo inentendible de sus problemas, lo indescifrable de sus sentimientos, lo irracional en lo que ama o lo indiscutible de sus actos... Es uno el responsable de sentirse bien o de condicionarse a sufrir, el cultivador de su propia sonrisa, el hacedor de acciones empáticas, de intercambios odiosos, simplementes intercambios ni buenos ni malos, o el narrador de su propio sueño o pesadilla...

.....Existió un filósofo europeo que dijo una vez: "¿Qué es la vida? .. un frenesí, ¿qué es la vida?... una ilusión, una sombra, una ficción.... Que mayor bien es pequeño, porque la vida es un sueño, y los sueños, sueños son"....

Y así, en este entramado de opciones que se me van presentando, voy edificando mi proyecto de vida, con mis muchos pasados y mi laborioso presente... Es por esto,(imagino) que muchas veces además de elegir, de pensar, de concretar, evaluar y corregir, nos agarran esas ganas locas de correr, bailar, soñar, reir, gritar... lo he pensado al sentirme muchas veces con esa especie de psiclotimia aguda y creo que deben ser todas aristas de una misma figura, determinadas por mi naturaleza... Se deben complementar para darme el equilibrio necesario que fortalezca mi espíritu, que endulcen mi mente, que normalicen mi ego, y para, sobre todo con mis errores, enseñarme a SER HUMANO.

martes, 30 de junio de 2009

Ideal I: Que en el mundo de los ciegos, el tuerto sea rey

Transcurría el miércoles a la tarde, me encontraba sentada a punto de viajar, con la típica ansiedad que te produce el viaje y la linda emoción del reencuentro con esos seres tan especiales, a los que uno tanto extraña....
Sube al colectivo un Sr, ofrece un folleto y una tarjetita en busca de la "limozna", por lo que puedo leer sufría una especie de sordera... Luego de caminar por el pasillo del bondi, retira los papelitos y el material del acto caritativo, pareciera que hubiese sido invisible por minutos, que tenía que estar ahí para provocar algo, para decirnos algo ...
Es en ese momento, donde me sorprendo, tengo un momento de reflexión, comienzo a divagar, el Sr. desaparece de mi vista sin siquiera ningún gesto, comienzan a dar vueltas ideas por mi cabeza, observo al resto de los pasajeros, todo parecia "en orden"...
La actitud del Sr., llamemoslo "Sordo 1" estaba dentro de los parámetros... El mundo viene funcionando de manera habitual, con esta especie de intercambios donde el "lenguaje de sordos" se comparte, miles de personas que nos quieren comunicar algo y nosotros hacemos nuestra lectura... ¿verdaderamente los escuchamos?, desde lo más profundo de nuestros sentidos.. ¿qué es lo que entendemos? .... Nos vamos acartonando, inventamos y socializamos códigos y los aplicamos como si fuesen totalmente normales...
Este es un lenguaje que a través de todos los tiempos se va enseñando en las escuelas, se normaliza con la justicia, se adoctrina en las iglesias y hasta llega a comercializarse con la política. Y así, de modo paulatino, de a poquito nos vamos volviendo cuasi sordos, cuasi ciegos, cuasi mudos y empezamos a SER a medias...

(Dicen que hay un lenguaje universal, que es el del corazón que podemos compartir todos los individuos del planeta, sin distinciones etnicas, religiosas, ideológicas... Creo que esa simpleza proveniente del alma, podría facilitarnos mucho las cosas, nos ahorraría palabras, inversiones económicas en material innecesario y destructivo, banderas de división de fronteras, nos llevaría a la comprensión semiótica y al entendimiento sin traducciónes, aplicaríamos sólo lágrimas, abrazos, llanto y sonrisas para hacernos entender, volviendo hasta nuestros inicios de la vida... Después de todo, la manera más hermosa de interpretar este mundo, nuestras necesidades y nuestro crecimiento es verlo desde una óptica de niños.... con la curiosidad y la sana locura plasmada en ocurrencias inocentes...)

Fue en un momento que me di cuenta que estaba analizando, percibiendo, escuchando que más allá de mi hay otras personas, con sus formas y creencias, con sus problemas y sus pasatiempos, que algo está pasando sin preguntarnos, es más fácil aplicar algunos signos dados antes de volar a nuestras entrañas y sacar desde allí lo mejor de nuestra especie.. Agradezco a este Sr. que me permitió darme cuenta que aún tenía la facultad de interpretar, de comprender escuchando, de leer percibiendo.... la creía perdida sinceramente..... Quizás, la había olvidado con el tiempo, señalando lo mal que habla otro sordo o criticando lo que no puede ver otro ciego.